Al ser el cerebro de toda PC, el procesador no es un elemento en el que debas escatimar. Y aunque elegir una tarjeta gráfica suele ser relativamente sencillo, con el procesador es una historia algo diferente. No es exactamente difícil en sí, pero todas las especificaciones y los números pueden ser bastante confusos.
Entonces, ¿Qué es importante en la hoja de especificaciones de un procesador y qué no lo es? ¿Cuáles son las características del procesador? ¿Para qué sirve la caché? ¿Qué importancia tiene el número de núcleos?
En este artículo, explicaremos brevemente las especificaciones y características más importantes de un procesador de la forma más sencilla posible para ayudarte a saber a qué debes prestar atención cuando compres una nuevo procesador.
1. Fabricante – Intel y AMD
El mercado de procesadores de escritorio está actualmente dominado por dos actores principales: AMD e Intel.
A lo largo de la última década, Intel se ha convertido en la opción de gama alta, ya que ofrece procesadores de alta calidad con un rendimiento excelente y características avanzadas, lo que hace que los procesadores de Intel sean la mejor opción para los ordenadores gaming de gama media y alta. Intel era sinónimo de calidad, por lo que sus procesadores tenían un precio ligeramente superior, además de que prácticamente tenían el monopolio en lo que respecta a las soluciones de gama alta.
AMD, por su parte, se había ganado la reputación de ser una opción más asequible, ya que ofrecía un elevado número de núcleos y un buen rendimiento bruto a un precio asequible. Sin embargo, nunca pudieron estar a la altura de Intel cuando se trataba de soluciones de procesamiento más serias.
Por supuesto, todo esto cambió hace muy poco con el lanzamiento de la última línea de procesadores Ryzen de AMD, que consiguió no solo alcanzar a Intel sino también eclipsarla debido a lo relativamente baratos que eran estos procesadores en comparación con la competencia.
En 2024, AMD es aparentemente la mejor opción para gaming, ya que sus procesadores de gama media y económica ofrecen una mejor relación calidad-precio que las ofertas de Intel. Sin embargo, Intel sigue siendo viable, ya que sus opciones de gama alta todavía pueden superar a AMD, especialmente en lo que respecta al rendimiento de un solo núcleo.
2. Línea de Productos
Tanto AMD como Intel tienen varias series de procesadores en oferta, agrupadas según su uso previsto y su precio. Para los ordenadores de escritorio, tienes los principales procesadores AMD Ryzen e Intel Core que se dividen en:
- Ryzen 3/i3 – Soluciones asequibles para los jugadores que tienen un presupuesto limitado
- Ryzen 5/i5 – Modelos de gama media más potentes que son excelentes para los juegos y también pueden ejecutar bien algunos programas profesionales
- Ryzen 7/i7 – CPUs orientadas al rendimiento que se utilizan para diversos programas de uso intensivo de la CPU y para juegos de gama alta
- Ryzen 9/i9 – CPUs de estación de trabajo de primera categoría que rara vez encontrará en setups gaming más exigentes
Por supuesto, también hay otras series disponibles, aunque rara vez son la opción adecuada para los juegos, ya que serían demasiado débiles o demasiado potentes.
Por ejemplo, en el campo de AMD, están los modelos Athlon y la serie A, mientras que Intel tiene Pentium y Celeron.
Están pensados para ordenadores domésticos o de oficina, por lo que son asequibles y no tienen problemas para ejecutar Windows y la mayoría de las aplicaciones, pero rara vez son lo suficientemente buenos para los juegos.
Y luego, en el extremo opuesto del espectro, tienes los AMD Ryzen Threadripper, la serie Intel Core X y la serie Intel Xeon, destinados a estaciones de trabajo y servidores.
En general, aconsejamos que te quedes con las líneas principales de AMD Ryzen e Intel Core si estás construyendo una PC gamer. Como se ha mencionado anteriormente, los modelos Ryzen 3/i3 son adecuados para construcciones económicas que utilizan GPU de gama baja, los modelos Ryzen 5 e i5 tienden a ser los mejores para configuraciones de gama media y gama media-alta.
Al mismo tiempo, las CPUs Ryzen 7 e i7 solo son realmente necesarias para construcciones de gama alta. En cuanto a los modelos Ryzen 9 e i9, es poco probable que los necesites a no ser que estés montando una configuración multi-GPU o estés invirtiendo en una GPU de gama alta.
3. Tipo de Socket
Al comprar un procesador, hay que asegurarse de que también se adquiere una placa base con el socket (zócalo) adecuado. ¿Pero qué es un socket?
Básicamente, es la interfaz a través del cual el procesador se conecta y comunica con otros componentes a través de la placa base. Los diferentes sockets tienen diferentes configuraciones de pines y pueden diferir también en términos de tamaño. No hace falta decir que si la placa base no tiene el socket adecuado, el procesador no encajará físicamente.
En la actualidad, los procesadores Ryzen convencionales utilizan el socket AM4, que es compatible con todas las CPUs Ryzen lanzadas hasta la fecha, es decir, la 1ª, 2ª y 3ª generación. Por su parte, los procesadores Intel Core convencionales utilizan el zócalo LGA 1151, aunque la compatibilidad no es tan perfecta como con AMD.
En cualquier caso, no tienes que preocuparte de que el zócalo afecte al rendimiento, ya que todo es cuestión de compatibilidad. Como se ha mencionado anteriormente, todos los modelos Ryzen a partir de la primera generación utilizan el socket AM4, pero si adquieres una CPU Intel, hay que tener en cuenta algunos problemas de compatibilidad, ya que el socket LGA 1151 ha sido modificado recientemente.
4. Chipset de la Placa Base
Hemos mencionado que una CPU se comunica con una placa base a través del socket, pero en realidad se comunica con otros componentes a través del chipset. En pocas palabras, un chipset es un sistema de circuitos que conecta todas las diferentes partes de la placa base, y algunos chipsets ofrecen ciertas características y capacidades que no están disponibles en otros.
Por ejemplo, el número de puertos USB, ranuras RAM, conectores SATA y ranuras PCIe viene determinado por el chipset. Además, el chipset también determina si algunas características como el overclocking de la CPU, AMD Crossfire, AMD StoreMI, Nvidia SLI e Intel Optane serán compatibles.
A fin de cuentas, cuando se trata de ordenadores gaming, la característica esencial que probablemente querrás tener es el overclocking. Además, la posibilidad de disponer de varias GPUs puede resultar atractiva para los gamers con bolsillos más holgados. Puedes consultar las características de los chipsets de AMD aquí y las de los chipsets de Intel aquí.
NOTA: Como hemos mencionado en la sección anterior, hay algunos problemas de compatibilidad a tener en cuenta con Intel. A saber, los procesadorse Skylake y Kaby Lake más antiguas no funcionarán en los últimos chipsets de la serie 300, mientras que los procesadores Coffee Lake más recientes no serán compatibles con los chipsets más antiguos de las series 200 y 100. Esto es importante tenerlo en cuenta en el caso de que quieras emparejar un procesador nuevo con un modelo de placa base más antiguo o viceversa. En cualquier caso, puedes ver la información de compatibilidad relevante en el artículo de Wikipedia enlazado anteriormente.
5. Núcleos
El número de núcleos es la especificación de la que más alardean los fabricantes de CPUs hoy en día. Entonces, ¿Qué son los núcleos, para qué sirven los números de núcleos más altos, y es importante un número de núcleos alto para los juegos?
En pocas palabras, un núcleo es un procesador. En el pasado, los procesadores sólo tenían un núcleo. Sin embargo, después de que la capacidad de procesamiento de los procesadores de un solo núcleo llegara a sus límites, AMD e Intel empezaron a diseñar procesadores de sobremesa convencionales con dos núcleos.
Pronto se pasó de los dos núcleos a cuatro, de los cuatro a seis y de los seis a ocho. Por supuesto, no se detuvo ahí: mientras que la mayoría de las CPUs de escritorio actuales suelen tener entre 4 y 8 núcleos, hay CPUs que llevan el número de núcleos mucho más allá. Por ejemplo, el modelo más potente de Ryzen 9 –el Ryzen 9 3950X– cuenta con 16 núcleos, mientras que los modelos Threadripper y Xeon de gama alta pueden tener hasta 32.
Pero, como hemos mencionado antes, estos procesadores de gama alta apenas son necesarios para jugar, así que ¿para qué sirve un mayor número de núcleos, y cuántos núcleos necesitas para jugar en 2024?
Pues bien, como cada núcleo es un procesador en sí mismo, los núcleos múltiples pueden mejorar significativamente la capacidad multitarea de una PC. Y aunque el rendimiento de un solo núcleo suele ser más importante para los juegos, cada vez son más los desarrolladores que optimizan sus juegos para mejorar el rendimiento en el juego utilizando múltiples núcleos de la CPU.
Es difícil predecir cuántos núcleos se necesitan para obtener un rendimiento óptimo, ya que varía inevitablemente de un juego a otro, pero en general, diríamos que seis núcleos son óptimos para jugar en 2021. Después de todo, este es el número de núcleos que se obtiene con las CPUs Ryzen 5 e i5 de gama media. Los modelos Ryzen 3 e i3 de cuatro núcleos, que son más débiles, aún pueden servir para construcciones económicas, mientras que ocho o más núcleos sólo son necesarios para ordenadores gaming y estaciones de trabajo de gama alta, como ya hemos concluido anteriormente.
6. Hilos – Hyperthreading/Multithreading
Hyperthreading y Multithreading se han convertido en un gran negocio en los últimos dos años. La primera es una tecnología de Intel y la segunda de AMD. Sin embargo, en esencia, son lo mismo: permiten que un solo núcleo de la CPU funcione como dos núcleos lógicos, o «hilos», como se les llama más comúnmente.
Dicho esto, el hyperthreading y el multithreading pueden básicamente duplicar el número de núcleos de una CPU al permitir que cada núcleo maneje dos tareas distintas simultáneamente. En la actualidad, las CPUs Ryzen 5, Ryzen 7 y Ryzen 9 vienen con multithreading, mientras que Intel mantiene el hyperthreading reservado para los modelos i7 e i9.
Dicho esto, ¿son los hilos múltiples tan importantes como los núcleos físicos?
Bueno, sí y no. Ya hemos mencionado que el rendimiento de un solo núcleo es más importante para los juegos que el rendimiento multi-núcleo. Por supuesto, los altos números de hilos de los modelos Ryzen siempre son algo positivo, ya que inevitablemente ayudarán a que el sistema funcione de forma más fluida en general, pero no es algo que debas priorizar para el gaming.
Echa un vistazo al siguiente vídeo:
Como puedes ver, el i7 9700K, con sus ocho núcleos y sin hyperthreading, es capaz de seguir el ritmo e incluso superar al Ryzen 9 3900X de 24 hilos en la mayoría de juegos cuando se combina con la RTX 2080.
En última instancia, al igual que el alto número de núcleos, el máximo número de hilos brilla principalmente cuando se trata de multitarea pesada y software profesional que realmente puede aprovechar todo ese potencial de rendimiento.
7. Velocidad de Reloj y Overclocking
La velocidad del reloj, medida en Hz (hoy en día suele expresarse en GHz), indica cuántas instrucciones puede procesar la CPU cada segundo. Un hercio corresponde a un ciclo por segundo, por lo que un núcleo de CPU que funcione, por ejemplo, a 4 GHz puede manejar 4.000 millones de instrucciones por segundo.
Dicho esto, es evidente que una mayor velocidad de reloj significa un mejor rendimiento general, y es del rendimiento bruto de lo que estamos hablando. Cualquier programa puede beneficiarse de una mayor velocidad de reloj, que es precisamente la razón por la que el overclocking es tan popular cuando se trata de juegos.
Normalmente, la hoja de especificaciones de una CPU indica la frecuencia base a la que funciona, junto con la tasa máxima que puede alcanzar con el overclocking, siempre que la PC esté equipado con la refrigeración adecuada.
Y hablando de overclocking, probablemente te preguntes cómo funciona, así como qué necesitas para hacer overclocking y cuánto rendimiento extra puedes exprimir de una CPU de esa manera.
Lo primero y más importante es asegurarse de que la CPU y el chipset de la placa base sean compatibles con el overclocking. Ya hemos enlazado la lista de chipsets de AMD e Intel y sus características más arriba, y en cuanto a las CPUs, la situación es bastante sencilla. Todas las CPUs Ryzen están desbloqueadas y admiten overclocking, mientras que solo aquellas CPUs Intel Core que incluyen una «K» al final de su número de modelo pueden ser overclockeadas.
Intel tiene la ventaja en lo que respecta al overclocking, ya que las CPUs Intel Core desbloqueadas suelen poder alcanzar velocidades de reloj significativamente mayores que las de sus homólogas Ryzen. Esta es una de las razones por las que Intel sigue haciendo sombra a Ryzen en la gama alta, especialmente cuando se trata de rendimiento de un solo núcleo.
Pero, por supuesto, si quieres obtener un rendimiento significativo con el overclocking, necesitarás una costosa inversión adicional. Mientras que los refrigeradores de serie de AMD más avanzados suelen ser lo suficientemente buenos para un overclocking ligero, necesitarás un buen refrigerador posventa (preferiblemente líquida) si quieres llevar una CPU Intel a sus límites.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la velocidad de reloj en sí misma no es exactamente una buena forma de evaluar el rendimiento. Hay muchos factores que pueden afectar al rendimiento real, desde la arquitectura de la CPU y el número de núcleos hasta la optimización del juego/software que se está ejecutando.
El hecho de que una CPU Intel tenga una mayor velocidad de reloj sobre el papel que un modelo Ryzen, no significa necesariamente que pueda ofrecer un mejor rendimiento, y lo mismo ocurre con el mayor número de hilos de los modelos Ryzen.
En última instancia, invertir dinero extra en una mejor refrigeración para conseguir el overclocking no suele merecer la pena cuando se trata de equipos de gama media y económica. Sin embargo, puede suponer un aumento notable del rendimiento en las de gama alta. Sin embargo, el overclocking también puede ser una forma excelente de exprimir un poco más de rendimiento de una CPU envejecida. Al final, sin embargo, la GPU siempre será el componente más esencial cuando se trata de rendimiento en el juego.
8. Cache
A continuación, llegamos a la cache, y ésta es una memoria cache de alta velocidad asignada a la CPU para facilitar la futura recuperación de datos e instrucciones antes del procesamiento. Es muy similar a la RAM en el sentido de que actúa como medio de almacenamiento temporal. Pero a diferencia de la RAM, la memoria cache está integrada en la propia CPU para poder acceder a ella más rápidamente.
Al igual que ocurre con el número de núcleos y de hilos, las ventajas de una caché más grande se reflejan principalmente en el rendimiento de la multitarea. Por lo tanto, más es mejor, pero el aumento de la caché dependerá en última instancia del software. Las CPUs modernas tienen una caché L1, una L2 y una L3 (que se llama caché inteligente en las CPUs de Intel), y cada nivel cuenta con más memoria que el anterior, pero las cachés más pequeñas pueden funcionar más rápido.
En cualquier caso, la caché no es algo de lo que debas preocuparte demasiado cuando se trata de juegos. Como ya se ha dicho, más es mejor, pero no vas a comprar una CPU i7 en lugar de una i5 más asequible solo porque tenga más memoria caché.
9. Potencia de Diseño Térmico o Rendimiento Térmico
La Potencia de Diseño Térmico (TDP) indica la cantidad de energía que necesita un procesador para funcionar correctamente. El TDP es útil, ya que proporciona información sobre el tipo de potencia que necesita una fuente de alimentación para que toda la PC funcione correctamente (más información sobre la elección de una fuente de alimentación aquí).
Además, el TDP también es útil, ya que indica la temperatura que se espera que genere la CPU cuando se ejecuta un software normal. Sin embargo, no muestra la cantidad máxima de calor que puede generar ni el consumo máximo de energía.
Dicho esto, el TDP alto o bajo tampoco es una especificación prioritaria que se busque en una CPU, pero puede indicar la eficiencia energética y las temperaturas que se deben esperar bajo carga.
10. Gráficos Integrados
Los gráficos integrados, como su nombre indica, son una unidad de procesamiento de gráficos que está integrada en una CPU, lo que elimina la necesidad de una tarjeta gráfica dedicada. Las placas base que admiten CPUs con gráficos integrados suelen contar con conectores HDMI, potencialmente junto con otros tipos de conectores como DVI o VGA, que se utilizan para la salida de datos al monitor.
La mayoría de las CPUs de Intel cuentan con robustas soluciones gráficas integradas, como Intel HD, Intel UHD e Intel Iris, y sólo los modelos marcados con una «F» al final de su número de modelo no vienen con esta característica.
En cuanto a AMD, en lugar de tener gráficos integrados, tiene lo que llaman APU, o unidades de procesamiento acelerado. El término es más bien un truco de marketing, ya que estos procesadores no difieren radicalmente de las CPU normales con chips gráficos integrados. Lo que hay que destacar de las APUs Ryzen de AMD es que tienen mejores gráficos pero menos potencia de procesamiento que sus homólogas de Intel.
Pero, ¿Valen la pena los gráficos integrados?
La respuesta a esta pregunta dependerá totalmente de dos factores: tu presupuesto y los juegos a los que pretendes jugar. Si bien los gráficos integrados de Intel son lo suficientemente buenos para tenerlos como respaldo en caso de que falle la GPU, rara vez son lo suficientemente buenos para los juegos, y las APU Ryzen de AMD generalmente los superan en todos los aspectos. Echa un vistazo a la siguiente comparación:
Como puedes ver, la 2ª generación de Ryzen 3 con sus 8 núcleos Vega supera por completo al i3-8100 y al Intel UHD 630, consiguiendo fácilmente framerates entre un 50 y un 100% superiores en algunos juegos. Ahora bien, por muy buenas que sean las APUs Ryzen en este sentido, aún no pueden acercarse ni siquiera a las GPUs dedicadas más baratas, como la Radeon RX 560 o la GTX 1650.
Dicho esto, los gráficos integrados de AMD son una excelente manera de ahorrar algo de dinero si estás construyendo una PC gamer de nivel básico que utilizarás principalmente para juegos menos exigentes en resoluciones más bajas. Sin embargo, si quieres algo más serio, tendrás que invertir algo de dinero extra en una buena tarjeta gráfica.
Conclusión
Y ahí lo tienes, una explicación de todas las especificaciones y características relevantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar un procesador nuevo. Si crees que hemos pasado algo por alto o hemos cometido algún error, no dudes en hacérnoslo saber en los comentarios de abajo, y solucionaremos el problema lo antes posible.
Mientras tanto, si estás comprando una nueva CPU ahora mismo, nuestras guías de compra de CPU y placas base pueden ser de tu interés.