¿Vale la Pena un Monitor de 240 Hz para Gaming?

Tan pronto los monitores de 144 Hz se convirtieron en la corriente principal, la industria empezó a forzar aún más el rendimiento de los monitores.

Antes de que nadie se diera cuenta, los monitores con tasas de refresco de 144 Hz se convirtieron en algo habitual y los de 240 Hz fueron el nuevo objetivo de los gamers orientados al rendimiento, aunque ni siquiera ellos permanecerán en la cima de la cadena alimenticia durante mucho tiempo, pues ya hay un puñado de 360 Hz en el mercado.

Sin embargo, en este artículo nos centraremos en responder a la pregunta principal: ¿vale la pena un monitor de 240Hz para jugar en 2021?

Tendremos en cuenta el rendimiento, el precio y otras cuestiones, pero también veremos cómo se compara un monitor de 240 Hz con uno de 144 Hz.

¿Qué son las Tasas de Refresco?

Antes de entrar en materia, repasemos rápidamente los fundamentos, para aquellos que no lo sepan. ¿Qué es la tasa de refresco y qué representa?

Básicamente, la tasa de refresco de un monitor (medida en hercios) determina el número de fotogramas que puede mostrar por segundo. Es decir, la tasa de refresco corresponde directamente al FPS máximo que el monitor puede mostrar en tiempo real.

Es cierto que el monitor no impide que la tarjeta gráfica renderice todos los fotogramas que pueda, simplemente no puede mostrar todos los fotogramas adicionales que se suman al máximo que impone su tasa de refresco.

Como probablemente ya sepas, el monitor promedio viene con una tasa de refresco estándar de 60 Hz, aunque la mayoría de los monitores gaming cuentan con tasas de refresco de 144 Hz en la actualidad. Pero, como ya se ha mencionado, muchos modelos cuentan con tasas de refresco de 240 Hz y un puñado de nuevos monitores pueden llegar hasta los 360 Hz.

Ahora veremos las ventajas y desventajas específicas de los monitores con tasas de refresco muy altas.

Ventajas de los Monitores de 240 Hz

Teniendo en cuenta que la tasa de refresco determina principalmente los FPS máximos que puede mostrar un monitor, las ventajas de las tasas de refresco altas son esencialmente las mismas ventajas asociadas a las altas tasas de fotogramas.

Dicho esto, las siguientes son las dos principales ventajas de las altas tasas de refresco:

1. Mayor capacidad de respuesta y una experiencia de juego más fluida, con una reducción del desenfoque de movimiento
2. Posibilidad de mejorar ligeramente los tiempos de reacción en el modo multijugador competitivo.

No hace falta decir que se trata de dos ventajas muy importantes para muchos jugadores, sobre todo los que suelen centrarse en el modo multijugador competitivo, donde una fracción de segundo puede marcar la diferencia. Sin embargo, también hay algunas desventajas de las altas tasas de refresco, y las repasaremos a continuación.

Desventajas de los Monitores de 240 Hz

Como en el caso de los monitores de 144 Hz, los de 240 Hz tienen que hacer algunas compensaciones para alcanzar tasas de refresco tan altas. En primer lugar, debemos echar un vistazo a la tecnología del panel.

Aunque los paneles TN no son tan populares como antes, siguen constituyendo una buena parte de los monitores gaming de 240 Hz disponibles debido a su asequibilidad y gran rendimiento, tanto en términos de tasa de refresco como de tiempos de respuesta.

Sin embargo, esta tecnología de panel en particular se asocia habitualmente con una reproducción del color deficiente y unos ángulos de visión pobres, por lo que adquirir un monitor equipado con TN suele significar cambiar los aspectos visuales por el rendimiento.

Ahora, una de las razones que explican la pérdida de popularidad de los paneles TN es el hecho de que los paneles IPS se han puesto al día y tienen un rendimiento mucho mejor que el que tenían hace unos años. Esencialmente, ofrecen colores y ángulos de visión mucho mejores, a la vez que se han vuelto más asequibles, incluso cuando se trata de monitores de 240 Hz.

Sin embargo, no todos los paneles IPS son iguales, por lo que, aunque hay monitores IPS de 240 Hz asequibles, es necesario gastar un poco más si se quiere conseguir el «set completo», es decir, un monitor que lo tenga completamente cubierto. tanto en el aspecto visual como en el rendimiento.

Por último, tenemos los paneles VA, que se sitúan en un punto intermedio. Tienen una mejor reproducción del color y ángulos de visión que los paneles TN, aunque esta tecnología de panel es conocida por sus problemas con las imágenes fantasma (ghosting) y tiempos de respuesta altos, por lo que los monitores VA de 240 Hz no son tan populares como sus homólogos IPS.

Y, por supuesto, tenemos la cuestión de las tasas de fotogramas reales. No se puede negar que las tasas de fotogramas más altas proporcionan una experiencia de juego más fluida y con mayor capacidad de respuesta, como ya se ha dicho anteriormente, pero todavía hay que tener en cuenta algunos factores.

En primer lugar, cuanto más alta sean las tasas de fotogramas, más difícil será para el ojo humano notar cualquier diferencia.

Mientras que es fácil distinguir entre 30 y 60 FPS, así como entre 60 y 144 FPS, resulta muy difícil distinguir entre 144 y 240 FPS. Es cierto que es un gran salto en el rendimiento, pero como se puede ver en el vídeo anterior, muchos no pueden notar la diferencia a menos que comparen directamente un monitor de 240 Hz con uno de 144 Hz.

Además, está la cuestión de la resolución — la inmensa mayoría de los monitores de 240 Hz siguen siendo de 1080p, por lo que adquirir uno significaría sacrificar la imagen en aras del rendimiento.

Ni que decir que algunos gamers están perfectamente de acuerdo con esto y preferirían más fotogramas a más píxeles cualquier día de la semana, pero otros no encontrarían que el aumento de rendimiento valga la pena por la fidelidad visual que otorgan 1440p o 4K.

Dicho esto, aunque existen monitores de alta resolución a 240 Hz de calidad, también son más caros, por lo que un monitor 1440p a 144 Hz o incluso un monitor 4K a 60 Hz podría ajustarse mejor a tus necesidades, en función de tus prioridades.

Por último, siempre está el hecho de que necesitarás una tarjeta gráfica lo suficientemente potente como para alcanzar una tasa de fotogramas tan alta.

Mientras que es bastante fácil conseguir una tasa de fotogramas de tres dígitos en los juegos de eSports incluso con una GPU de gama media o económica, los títulos AAA más exigentes son otra historia, así que cambiar la resolución por el rendimiento podría no tener mucho sentido, dependiendo de a qué juegues y de la potencia de tu hardware.

Conclusión: ¿Vale la Pena un Monitor de 240 Hz para Gaming?

Y finalmente, con todo lo anterior en mente, volvemos a la pregunta original: ¿vale la pena un monitor de 240 Hz y ofrece una ventaja tangible en gaming?

En primer lugar, hay que responder a la pregunta clave: ¿priorizas el rendimiento por encima del aspecto visual? No existe el monitor perfecto, y acercarse a él supondría un precio elevado.

Si prefieres la fluidez de las altas tasas de refresco a la claridad que otorgan las resoluciones más altas, y si tu GPU puede alcanzar estas altas tasas de refresco en los juegos a los que juegas principalmente, entonces un 240Hz podría valer la pena.

Sin embargo, diríamos que un monitor de 144Hz sería probablemente una mejor opción para la mayoría de la gente. Es decir, sería más asequible si tienes un presupuesto ajustado, y un monitor de 144Hz 1440p sería un gran término medio que te cubriría tanto en términos visuales como de rendimiento.

Pero, por supuesto, cada gamer debe responder a esta pregunta por sí mismo, y si puedes probar un monitor de 240 Hz de primera mano — mucho mejor.

Decidas lo que decidas, consulte esta guía de compra para ver una lista de los mejores monitores gaming disponibles actualmente. Seguro que encontrarás algunas buenas opciones, independientemente de la tasa de refresco, la resolución o el tipo de panel que busques.