Respuesta:
La tasa de refresco es el número de veces que una pantalla se actualiza en un segundo para mostrar una nueva imagen. La unidad de frecuencia es Hz (hertzios).
Por lo tanto, 144Hz significa que la pantalla se actualiza 144 veces por segundo para mostrar una nueva imagen, 120Hz significa que la pantalla se actualiza 120 veces por segundo para mostrar una nueva imagen, y así sucesivamente.
Con pantallas de 120Hz, 144Hz, 240Hz, 360Hz e incluso 540Hz, la tasa de refresco recibe mucha atención en la comercialización de televisores de alta definición y monitores de ordenador.
¿Qué es esto?
Empecemos por el principio; afortunadamente, el término no es tan complejo. La tasa de refresco es simplemente el número de veces que una pantalla refresca la imagen que muestra por segundo.
Puedes imaginártelo comparándolo con la tasa de fotogramas en películas o juegos.
Si una película se rueda a 24 fotogramas por segundo, el contenido fuente sólo muestra 24 imágenes diferentes por segundo. Del mismo modo, una pantalla con una tasa de 60 Hz muestra 60 «fotogramas» por segundo.
En realidad no se trata de fotogramas, porque la pantalla se actualizará 60 veces por segundo aunque no cambie ni un solo píxel y sólo muestre la fuente que recibe. Sin embargo, la analogía no deja de ser una forma sencilla de entender el concepto básico de la tasa de refresco.
Por lo tanto, una mayor tasa de refresco significa la capacidad de manejar una mayor velocidad de fotogramas.
Recuerda que la pantalla sólo muestra la fuente que le llega y, por tanto, una tasa de refresco mayor puede no mejorar tu experiencia si tu tasa de refresco ya es superior a la tasa de fotogramas de tu fuente.
Tasa de Refresco y Gaming
Todos los videojuegos se renderizan mediante hardware informático, independientemente de la plataforma o los gráficos.
En la mayoría de los casos (sobre todo en PC), los fotogramas se generan lo más rápido posible, ya que esto suele traducirse en una jugabilidad más fluida y agradable. Habrá menos delay entre cada fotograma y, por tanto, menos input lag.
Un problema que puede ocurrir a veces es cuando los fotogramas se están renderizando más rápido que la velocidad a la que se refresca la pantalla.
Si tienes una pantalla de 60Hz, que se está utilizando para jugar a un juego que renderiza 75 fotogramas por segundo, puedes experimentar algo llamado «screen tearing«.
Esto ocurre porque la pantalla, que acepta la entrada de la GPU a intervalos algo regulares, puede atrapar el hardware entre fotogramas.
El resultado es screen tearing y movimientos entrecortados e irregulares. Muchos juegos te permiten limitar la velocidad de fotogramas, pero esto significa que no estás utilizando tu PC al máximo.
¿Cuál es la solución a esto, te preguntarás?
Una tasa de refresco más alta. Esto significa comprar un monitor de ordenador con al menos 120Hz. Estas pantallas pueden manejar hasta 120 fotogramas por segundo y el resultado es una jugabilidad mucho más fluida.
También maneja limites V-sync más bajos, como 30 FPS y 60 FPS, ya que son múltiplos de 120 FPS. Pasar de 60Hz a 120Hz o 144Hz es una diferencia muy notable.
De hecho, es algo que tienes que comprobar por ti mismo, y no puedes hacerlo viendo un vídeo en una pantalla de 60Hz.
Sin embargo, la tasa de refresco variable (VRR) es una gran tecnología que se está haciendo cada vez más popular. NVIDIA lo llama G-SYNC, mientras que AMD lo llama FreeSync, pero el concepto básico es el mismo.
Una pantalla con VRR preguntará a la tarjeta gráfica a qué velocidad está entregando los fotogramas y ajustará la tasa de refresco en consecuencia. De este modo, se elimina el efecto de «screen tearing» a cualquier velocidad de fotogramas hasta la tasa de refresco máxima del monitor.
Visualización de Vídeos
Ahora bien, ver un vídeo es muy diferente de jugar a un juego, en términos de cómo la pantalla te muestra el contenido.
Un vídeo se reproduce desde una fuente, mientras que un videojuego se renderiza en tiempo real. Una película se rueda generalmente a 24 fotogramas por segundo, pero a menudo se convierte a 30 FPS o 60 FPS repitiendo ciertos fotogramas.
Sin embargo, los discos Blu-ray reproducidos en un reproductor Blu-ray capaz pueden emitir 24 FPS. Una velocidad de fotogramas tan baja suele provocar parpadeos en la pantalla, por lo que, incluso en estos casos, se reproduce una velocidad de fotogramas más alta con una cadencia que replica el movimiento original de 24 FPS.
Las pantallas domésticas modernas suelen funcionar a 60 Hz o un múltiplo de eso, razón por la cual se convierte la velocidad de fotogramas. YouTube, sin embargo, funciona a 60 FPS.
Por eso no necesitas una pantalla de 120Hz, 144Hz o 240Hz para vídeo.
Además, puedes utilizar un software de interpolación de fotogramas, como SVP (Windows), si la pantalla en cuestión es un monitor, y disfrutar del movimiento fluido que te proporciona.
Los televisores suelen hacer esto por defecto, pero puedes desactivar esta función si quieres, ya que puede resultar incómoda para algunas personas.
La interpolación de fotogramas es una técnica que genera fotogramas completamente nuevos entre los alimentados por el contenido original, razón por la cual se siente tan fluida.
Entonces, ¿Qué pasa con los Televisores Plasma de 600 Hz?
Los vendedores suelen decir que los televisores de plasma tienen una tasa de refresco de 600 Hz. Esto es cierto; sin embargo, las pantallas plasma funcionan de forma fundamentalmente diferente a las LCD, por lo que en realidad no tiene nada que ver con la tasa de refresco mencionada en otras tecnologías.
Un plasma, para crear una imagen, tiene que encender y apagar píxeles individuales con extrema rapidez. Normalmente, esto se hace diez veces por segundo, y los fabricantes lo multiplican por una cadencia típica de 60Hz para ofrecer los 600 Hz prometidos.
Los plasmas no tienen problemas de movimiento, como el ghosting, que sí suelen tener las pantallas LCD. Esto se debe a que los plasmas se refrescan mucho más a menudo que las LCD. No obstante, los plasmas son una tecnología en vías de extinción, así que en realidad no importa de todos modos.
Conclusión
Ahora que ya sabes que siempre depende de si necesitas o no una pantalla con mayor tasa de refresco, vamos a cubrir algunos escenarios comunes.
- Juegos: Si ves una velocidad de fotogramas superior a 60 FPS, digamos 150 FPS, entonces sí, notarás una gran diferencia si cambias a un monitor de ordenador de 120Hz o 144Hz+.
- Juegos: Si no ves una velocidad de fotogramas superior a 60 FPS o tienes V-sync limitado a 60 FPS, entonces un monitor con una tasa de refresco superior no será tan beneficioso (aunque seguirás teniendo menos input lag y estarás preparado para el futuro).
- Ver vídeos: Si te gustan los vídeos muy fluidos, una pantalla con una tasa de refresco mayor te beneficiará si instalas una aplicación que interpolará los fotogramas para tu fuente.
- Ver vídeos: Si no te gusta el aspecto artificial que la interpolación de fotogramas añade a la fuente, entonces una pantalla con una tasa de refresco más alta no va a ser beneficiosa (ni perjudicial) para ti.